Construir, habitar y pensar por Martin Heidegger
De acuerdo con el filósofo alemán Martin Heidegger, el construir tiene como principal objetivo el habitar. No obstante, no todas las construcciones son espacios designados a ser moradas o no cuentan con el propósito de ser habitadas, es decir, dichas construcciones, permiten resguardar al hombre, debido a que él mora en ellas, pero no representará un espacio para habitar. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que, aunque una construcción no este designada para ser habitada, debe presentar ciertas condiciones que le permitan al hombre situarse en ellas de manera armónica y segura. De esta manera, se puede se inferir que el construir y el habitar presentan una relación estrecha, debido a que, construir ya se considera habitar, pero aun así tienen un desligue, al cada una cumplir una función en específico.
El construir no solo va ligado al significado de habitar, también hace referencia en el cómo debemos pensar para lograr ese correcto habitar por parte del hombre, en cualquier tipo de construcción. Se evidencia que en este proceso se realiza un constante uso de la imaginación, para representar esas ideas, en un espacio real que brinda un completo bienestar al hombre, es decir, él es en esencia el que habita. Por lo tanto, este proceso parte de pensar, posteriormente en construir, para luego hacer cumplir la función de habitar.
El habitar se fundamenta principalmente en que debe cuidar o proteger y de esta manera se deriva la cuaternidad, la cual está compuesta por la tierra, el cielo, los divinos y los mortales. La tierra es la que sostiene, da frutos y se encuentra extendida en riscos y aguas, el cielo es el camino arqueado del sol, el resplandor ambulante de las estrellas, las estaciones del año y el paso de una a la otra, los divinos son los mensajeros de la divinidad que nos hacen señales y los mortales son los hombres, debido a que ellos pueden morir en la tierra, bajo el cielo y ante los divinos. Entonces, de lo anterior, inferimos que el habitar, en la medida en que custodia a la cuaternidad de las cosas, es la medida de este guardar, un construir y de ahí, que los espacios reciban su esencia.
En la construcción donde se deja de pensar y se origina la esencia de construir, aquí se procede a ensayar o experimentar de manera más detallada lo que se requiere para terminar la construcción deseada, manejando una noción de lo se quiere reflejar en ella, ya sea un espacio de desplazamiento, recogimiento, reunión o contemplación.
Una vez analizado la idea del pensar, el construir y el habitar planteado por Heidegger, se puede tener un concepto claro acerca de cómo se debe planificar, accionar, manejar los componentes y llevarlos a cabo para llegar a cumplir el proceso final de conseguir un agradable espacio que podrá cumplir con una función y dará respuesta a una necesidad.
- Ana Camila Ramírez Rojano
